La Vuelta de 2009 llega a su ecuador y lo hace con una etapa que también tiene su encanto. Es fácil que el miércoles 9 de septiembre haya un sprint masivo en la localidad murciana de Caravaca de La Cruz, pero no lo es menos que la organización ha buscado, una vez más, que la etapa tenga su dosis adecuada de pimienta.
Los corredores saldrán desde la ciudad de Murcia y tendrán que ascender en los primeros kilómetros el Collado Bermejo, el puerto más importante de toda la Región de Murcia y una subida del 17 kilómetros al 5,3% de pendiente media. Los corredores cruzarán la línea de meta en el kilómetro 125, pero no será el final de la etapa. El pelotón deberá superar el alto del Campo de San Juan (2ª), otra subida para mermar las fuerzas de los velocistas más puros. La etapa es redonda hasta en su kilometraje: 200,0 kilómetros.
Antecedentes: Murcia ha acogido la salida de la Vuelta en 25 ocasiones. Caravaca de La Cruz, por su parte, sólo ha sido final de etapa de la Vuelta en una ocasión. Fue en 2004 y con victoria de David Zabriskie, aunque las miradas estuvieron puestas en un Alejandro Valverde que corriendo en casa sufrió una aparatosa caída que a punto estuvo de llevarle al abandono. Ese día la solidaridad del pelotón salvó al murciano.
Los corredores saldrán desde la ciudad de Murcia y tendrán que ascender en los primeros kilómetros el Collado Bermejo, el puerto más importante de toda la Región de Murcia y una subida del 17 kilómetros al 5,3% de pendiente media. Los corredores cruzarán la línea de meta en el kilómetro 125, pero no será el final de la etapa. El pelotón deberá superar el alto del Campo de San Juan (2ª), otra subida para mermar las fuerzas de los velocistas más puros. La etapa es redonda hasta en su kilometraje: 200,0 kilómetros.
Antecedentes: Murcia ha acogido la salida de la Vuelta en 25 ocasiones. Caravaca de La Cruz, por su parte, sólo ha sido final de etapa de la Vuelta en una ocasión. Fue en 2004 y con victoria de David Zabriskie, aunque las miradas estuvieron puestas en un Alejandro Valverde que corriendo en casa sufrió una aparatosa caída que a punto estuvo de llevarle al abandono. Ese día la solidaridad del pelotón salvó al murciano.
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