LA SELECION ESPAÑOLA DEJO A LOS NIÑOS CARAVAQUEÑOS DEFRAUDADOS

LA SELECCIÓN ESPAÑOLA DEFRAUDÓ A CARAVACA Y NO GANÓ EL JUBILEO

«Los niños caravaqueños se han quedado defraudados. Se les despidió a lo Fuenteovejuna, todos a una: ¡Manos arriba, esto en un atraco! »,

«Objetivos cumplidos en cuanto a la repercusión que ha tenido nuestra Ciudad en los medios de comunicación»

Morety
Una gran expectación había despertado en Caravaca de la Cruz la representación de la Selección Española de Fútbol. Gran numero de aficionados no solo de la localidad, sino venidos de diversos puntos de la Región, se dieron cita en la Plaza del Ayuntamiento caravaqueño, desde primeras horas de la mañana, para poder ver de cerca a los anunciados representantes de La Roja, Vicente del Bosque, Hierro, Iniesta y Casillas.

Los niños se han sentido defraudados, ya que esperaban que se acercaran a ellos sus ídolos, es una ocasión única para ellos estrechar o rozar su mano ante los grandes del fútbol. Los niños han aguantado más de una hora, a treinta y cinco grados de temperatura, para quedar estupefactos e incluso llorosos los más peques.

Todo ha sido muy fugaz, han llegado a cincuenta metros del ayuntamiento para dirigirse al salón de plenos, con la excepción de Iniesta que se ha parado brevemente con el padre del pequeño Javier Sánchez Martínez, niño con parálisis al cual donó las botas del gol del Chelsea en las semifinales de la Liga de Campeones 2008/2009, y que más tarde comentó el barcelonista en la rueda de prensa, sacando a relucir su lado más humano y solidario en esta vertiginosa visita.
«Cuando estaba a punto de subir (al salón de plenos del Ayuntamiento de Caravaca) he visto a su padre y le he saludado. Sólo deseo que Javi poco a poco pueda tener mejor calidad de vida», explicó el jugador, que aseguró que lo que intenta es aportar su granito de arena «para ayudar a gente que lo necesita».

Tras finalizar la rueda de prensa y las prisas que reinaban en el salón de plenos, por parte de los delegados de protocolo de la selección Española, y tras la insistencia de Domingo Aranda, Alcalde de Caravaca, salieron al balcón principal Iniesta y Casillas para que saludasen a los aficionados.

A su salida, firmaron en la puerta del Ayuntamiento dos camisetas y poco más, donde los que se han dado cita se han sentido defraudados.
Aunque Iniesta, como Casillas, estaban predispuestos a firmar autógrafos, los miembros de seguridad no les han dejado, pese a que nadie rompió el cordón de seguridad y no corrían ningún riesgo.
Tuvieron que escuchar los gritos de disgusto del pueblo de Caravaca y asistentes, que les despidió a lo Fuenteovejuna, todos a una: « ¡Manos arriba, esto en un atraco! », al sentirse decepcionados por el poco tiempo que, contra su voluntad, pudieron dedicarles los jugadores.

Por otra parte la previsiones iniciales no se cumplieron, en un principio la recepción se iba a realizar en la Basílica Santuario, aunque a esta ya se le había comunicado con anterioridad la no realización de dicha recepción. Representantes de la Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca habían decidido esperar en el Santuario por si finalmente se reconsideraba la opción de que la delegación de la Selección Española pudiera subir hasta el templo para ganar el Jubileo y recibir la Bendición con la Sagrada Reliquia, ya que por la mañana se les llamó para decirles desde el Ayuntamiento que intentarían que subieran al Santuario. No pudo ser y su malestar quedó patente en una conexión en directo en Antena 3 dentro del programa «Tal cual» en la que el Teniente de Hermano Mayor de la Cofradía, Sebastián Sánchez, declaraba la extrañeza de esta visita relámpago, siendo precisamente Caravaca la que había posibilitado, gracias al Año Santo y el patrocinio de Iberdrola (que se ha acogido a los incentivos fiscales por ser un acontecimiento de excepcional interés público), que la selección pudiera venir a Murcia.

Por tanto objetivos cumplidos en cuanto a la repercusión que ha tenido nuestra Ciudad en los medios de comunicación aunque en algunos de ellos quedó patente el malestar de los ciudadanos de Caravaca por los temas comentados anteriormente.